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sábado, 7 de agosto de 2010

La policía blinda el aeropuerto

Una furgoneta de la Unidad de Intervención Policial de la Policía Nacional recibe a los conductores que acceden al aparcamiento del aeropuerto de Manises. Una rápida mirada al interior del vehículo y un saludo son suficientes para que los agentes permitan continuar si no ven nada sospechoso. No es la única presencia policial en el aeropuerto, que en los últimos días ha sido tomado por las Fuerzas de Seguridad del Estado dentro del operativo que se ha puesto en marcha para reforzar las zonas turísticas ante «la amenaza terrorista». El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, ya dio instrucciones para reforzar la seguridad en la Comunitat Valenciana, además de otras autonomías que reciben visitantes durante el verano, con 4.000 agentes que refuerzan la plantilla de cada región. «Los objetivos de la operación son incrementar la seguridad ciudadana y reforzar la prevención ante acciones terroristas», aseguran fuentes del Ministerio del Interior, que han centrado «la vigilancia y el control preventivo en vías de comunicación, como los aeropuertos, además de hoteles, playas o campings».
Los agentes no sólo se centran en los accesos al aparcamiento del aeropuerto de Manises. La explosión de un coche bomba en el parking de la T4 de Barajas, hace casi cuatro años, ha obligado a que los controles sean más exhaustivos. Dos agentes recorren el interior del aparcamiento más próximo a la terminal de Manises, e inspeccionan vehículos para descartar cualquier problema. A las puertas de la terminal, en la zona de llegadas, otros policías uniformados hacen guardia. Cada viajero o acompañante que accede a las instalaciones no escapa a la vigilancia de los policías. Y los turistas, en realidad, lo agradecen. «Yo me siento más segura si veo más policías», asegura Marta, que aterriza desde Madrid para pasar unos días junto al mar. En cambio, los extranjeros se sorprenden algo más. «¿Ha pasado algo? Hay mucha policía», pregunta Matt, que llega desde Inglaterra, y cree que todo es debido a que Michelle Obama lleva unos días en España.
Patrullas policiales recorren también el perímetro de las instalaciones aeroportuarias, y la estrecha vigilancia recuerda a 2007, cuando los policías tomaron el aeropuerto debido a la celebración de la Copa América. Entonces, ni los empleados se libraban. Ahora tampoco. Dentro de la terminal, una vez cruzados los arcos de embarque, la competencia recae en la Guardia Civil, que también tiene orden de incrementar efectivos para prevenir ataques terroristas.
La operación policial también ha permitido tener un control más férreo en las estaciones de tren y autobús, en el puerto e incluso en los espectáculos que suponen gran concentración de masas, además de «potenciar actuaciones para la obtención de información en prevención de actos terroristas».
En total, las principales zonas turísticas españolas han recibido 4.000 agentes de refuerzo, entre la Guardia Civil y la Policía Nacional, que llegan de zonas que en verano tienen menor afluencia, como Madrid y otras regiones de interior. La vigilancia se mantendrá hasta que acabe el verano.

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