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sábado, 14 de agosto de 2010

Este acuerdo permite a AENA dejar de ser la empresa mas ineficiente de Europa.

Ha sido protagonista en la sombra de un pulso que definió la agenda de este verano. Su solución abre nuevas vías al negocio aeroportuario en España. Ahora podrá irse de vacaciones tranquilo

                                                            Juan Ignacio Lema
Aunque no ha formado parte de la mesa de negociaciones, Juan Ignacio Lema ha seguido al minuto el desarrollo del conflicto con los controladores, consciente de que se enfrentaba al momento más crítico desde que asumió la presidencia de AENA, en abril del pasado año. Ayer, tras la firma de la paz laboral, Lema recibe a ABC. Respira tranquilo, al fin, consciente de que se ha zanjado una crisis que podía haber tenido consecuencias incalculables para el sector turístico, uno de los principales motores económicos del país, que aún se recupera de la amenaza de la huelga.
–¿Cómo valora el acuerdo alcanzado con los controladores?
–Es muy positivo, y lo más importantes es que aportará tranquilidad a los ciudadanos.
–¿De qué manera?
–En la medida en que va a servir de base para acabar de negociar el convenio, este documento permitirá a los ciudadanos disfrutar de unas vacaciones sin sobresaltos. Además, calmará el temor suscitado en los sectores económicos más afectados por un hipotético desacuerdo, como sería el turismo o las compañías aéreas.
–¿Este desenlace responde a las expectativas de AENA?
–Creo que sí, ya que cubre los objetivos que teníamos antes de alcanzar el acuerdo. Por una parte, hemos dado respuesta a los doce puntos planteados por el sindicato de los controladores y, por otra, permite a AENA cumplir sus objetivos empresariales y los que le impone la ley, como garantizar el servicio al ciudadano, mejorar la eficiencia del sistema, rebajar la tarifa de ruta el 15% y eliminar el déficit que presentaba el área de navegación aérea.
–¿El acuerdo contribuye a hacer a AENA más competitiva?
–Sí. Esa era una condición básica. Cuando iniciamos la negociación dejamos claro que cualquier acuerdo tenía que cumplir dos condiciones: permitir a AENA alcanzar los objetivos de negocio que se había fijado y respetar la ley. La ley no se podía negociar, pero sí todo el margen que dejaba, y eso es precisamente lo que hemos hecho.
–¿Podrán vivir a partir de este momento los aeropuertos españoles una etapa de tranquilidad?
–Espero que sí. Pero no sólo tranquilidad para los aeropuertos, sino para todo el servicio de navegación aérea. Confiamos en que el acuerdo sirva de base para establecer unas relaciones sinceras y fluidas con el sindicato de los controladores que garanticen sobre todo el servicio al ciudadano y que nos permita resolver en la mesa de negociación cualquier problema que pueda surgir. Estamos convencidos de que este acuerdo servirá para que venga una fase de calma para que los pasajeros estén tranquilos.
–Después de retomar las negociaciones, ¿se ha producido un esfuerzo suplementario por ambas partes para llegar a un acuerdo con rapidez?
–Sin duda ninguna. Ambas partes hemos hecho un esfuerzo importante de comprensión y de flexibilidad, que es lo que ha dado lugar a que se haya alcanzado el acuerdo.
–Tras lograr la paz social con los controladores, ¿cuál es el objetivo de AENA?
–Nuestro objetivo es seguir trabajando en tener un sistema de navegación aéreo competitivo y eficiente, con unas tarifas en la media de los cinco países más grandes de la Unión Europea. Hay que recordar que nuestras tarifas eran las más caras del continente y debemos bajarlas un 15% en un plazo de dos años y eliminar el déficit de explotación que arrastraba navegación aérea, que asciende a 200 millones de euros al año, lo que nos convertía en la empresa más ineficiente de Europa en la parte de navegación aérea.
–¿Y qué ocurre con la gestión de aeropuertos?
–La gestión de aeropuertos es un negocio que hoy es eficiente, con unas buenas infraestructuras y con unas tarifas que están muy por debajo de la media europea. Sin embargo el negocio de navegación aérea tenía las tarifas más caras de Europa y perdía 200 millones de euros al año.
–¿De ahí procede la deuda acumulada de AENA?
–No. La deuda acumulada de AENA viene sobre todo de la parte aeroportuaria, en la que en los últimos diez años se invirtieron unos 17.000 millones de euros en mejorar las infraestructuras de los aeropuertos y creo que hemos conseguido tener las mejores de Europa.
–¿Ese nivel de deuda no pone en peligro la viabilidad de AENA?
–No. AENA es una empresa viable desde el punto de vista financiero. Hemos estudiado la situación y en el peor de los casos, la deuda empezará a disminuir en el año 2014 y obtendrá beneficios un año después. A día de hoy, AENA está devolviendo su deuda con toda normalidad.
–¿Qué ocurre con la parte de navegación?
–La parte de navegación aérea es un negocio distinto, que vendíamos más caro que nadie y con que el perdíamos 200 millones todos los años debido a los altos costes y la baja productividad de los controladores. En todo caso, influía en la deuda de AENA porque sus pérdidas sobrecargaban la cuenta de resultados, pero la deuda de AENA no es directamente responsabilidad de los altos costes de navegación.
–Entre las medidas que pretenden rebajar esos costes se encuentra el sistema AFIS –que sustituye al controlador por un técnico que suministra al piloto toda la información necesaria para el despegue y aterrizaje–, ¿cómo valora sus dos primeras semanas de funcionamiento en el aeropuerto de La Gomera?
–La experiencia es muy positiva y está funcionado con absoluta normalidad y representa un elemento de eficiencia para el aeropuerto. Los cinco controladores que había en la torre de La Gomera tenían un coste de casi un millón de euros al año y los cinco agentes AFIS no llegan a los 300.000, lo que supone un ahorro de más del 70% que redundará que el aeropuerto sea más competitivo.
–Sin embargo, las criticas por la presunta falta de seguridad del sistema y la ausencia de estudios sobre las condiciones meteorológicas y orográficas del aeropuerto continúan.
–Lo desmiento rotundamente. La Organización de Aviación Civil Internacional recomienda que el AFIS se instale en aeropuertos que tengan menos de 50 operaciones al día y siempre después de hacer un estudio específico de seguridad aeropuerto por aeropuerto, donde precisamente se analizan estos dos aspectos entre otros. Se han estudiado con todo rigor y tienen la aprobación de la Agencia Española de Seguridad Aérea.
–Entonces, garantiza la seguridad del sistema
–En aquellos aeropuertos en los que instalemos el AFIS, éste tendrá el mismo nivel de seguridad que el control. No montaremos un servicio AFIS si hay la mínima incidencia en la seguridad.
–¿En cuántos aeropuertos se instalará?
–Inicialmente se pensaba en doce, pero se descartaron algunos, hasta quedar en seis. Después de La Gomera, esperamos que empiece a funcionar el 23 de septiembre en El Hierro. A continuación serán Burgos, Logroño, Huesca y, finalmente, Córdoba, aunque en este aeropuerto no será quizá antes de dos años, cuando finalicen las obras de ampliación de la pista.
–¿En qué consiste la liberalización de los servicios de navegación aérea, aprobada por el Gobierno?
–No es más que adaptar nuestro ordenamiento jurídico al de la Unión Europea, abriendo el mercado del servicio de proveedores de control de tráfico aéreo en las torres de control, tal y como se está haciendo en el resto del continente.
–¿Pero eso no es una privatización encubierta del servicio como denuncian los controladores?
–No. El control de ruta y de aproximación, que es el que se presta desde los centros de control, lo seguirá dando AENA, ya que el Gobierno, como la mayoría de los gobiernos europeos, considera que es estratégico. El control de torre, en cambio, podrá ser cedido a una empresa homologada.
–¿De qué forma?
–AENA aeropuertos licitará los servicios de control de tráfico aéreo de las torres de control, que hoy presta AENA navegación aérea, mediante un concurso al que podrán presentarse las empresas que estén certificadas por un país de la UE. Esperamos que al introducir competencia bajen los costes, de forma que los aeropuertos sean más eficientes y se traduzca en una reducción de tarifas y en una mejora para el ciudadano.
–¿Cuál es el calendario previsto?
–AENA aeropuertos ya está trabajando en la elaboración de los pliegos de condiciones para sacar a concurso las primeras torres, seguramente a través de un concurso negociado que esperamos iniciar a finales de septiembre u octubre.
–¿Cuáles serían esas primeras torres?
–Serán fijadas probablemente en el mes de septiembre por el Ministerio de Fomento.
–En lo que respecta al tráfico de pasajeros ¿cuál es su evolución en este año?
–La tendencia es creciente desde marzo del año pasado. El punto más bajo de la crisis en el transporte aéreo en España se alcanzó en marzo de 2009, cuando el decrecimiento acumulado de enero a marzo fue del 18,8%. A partir de ahí empezó a crecer. En noviembre ya registramos un crecimiento neto positivo y este año seguimos creciendo. En estos momentos puedo decir que todos los aeropuertos importantes de AENA están en positivo.
–¿Podemos hablar entonces de una recuperación del tráfico aéreo?
–Sí, sin duda ninguna. Nuestra hipótesis es poder acabar el año con un 2,5% o cerca de un 3% de crecimiento y que hayamos entrado en un proceso de recuperación del tráfico aéreo.
Fuente: abc

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