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lunes, 28 de junio de 2010

Interior retira la escolta a políticos durante el verano para recortar gastos

Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, ha decidido hacer hucha con recortes en los gastos del departamento, y por primera vez suprimirá la escolta a políticos y altos cargos mientras estén de vacaciones. Se trata de una decisión que se aplica por primera vez desde que existe la Unidad Central de Protección, creada hace 29 años.

Hasta ahora, las vacaciones de las personalidades eran cubiertas por los agentes que les protegen habitualmente, que viajaban con ellos hasta sus destinos veraniegos, aunque era potestad del custodiado prescindir del servicio. Estos desplazamientos generaban dietas para los policías, obligados a cubrir los gastos de alojamiento y manutención, aunque en ocasiones el partido del político costeaba una parte. Las vacaciones de los propios agentes obligaban a trasladar a policías desde otras provincias, con el consiguiente gasto añadido.

Este verano, salvo excepciones, entre ellas las de los ministros y altos cargos de Justicia e Interior, el resto veraneará en solitario. Las fuentes policiales consultadas aseguran que el recorte les ha sido comunicado ya a algunos de los afectados, y es previsible que no todos encajen de igual manera la decisión. “La factura de las escoltas es muy elevada y no siempre está justificada –manifestó a este diario una fuente policial-. Hay protegidos que consideran este servicio como un signo de distinción, y otros que utilizan a los policías como meros chóferes”.

La factura de la protección

La protección mínima consiste en un vehículo y cuatro agentes repartidos en dos turnos. Personalidades de mayor relevancia disponen de dos vehículos y tres o cuatro policías por turno, lo que eleva a seis u ocho los necesarios para proteger a esa persona. Las vigilancias estáticas en domicilios requieren de un mínimo de cinco agentes: tres cubren cada uno de los turnos de mañana, tarde y noche, y dos libran. Si se asignan dos agentes por turno el número obviamente se duplica y serían necesarios diez. Con estas cifras, en circunstancias de ‘alto riesgo’ son necesarios hasta dieciocho policías para proteger a una persona.

El terrorismo de ETA ha obligado a incrementar paulatinamente el número de efectivos encargados de proteger a eventuales objetivos de la banda, y en ocasiones ha sobrepasado los efectivos humanos disponibles, y en momentos puntuales de especial terrorista ha obligado a recurrir a policías locales y a empresas privadas de seguridad. "Hace unos años llegó a haber en Madrid hasta quinientos funcionarios agregados a la Brigada Central de Escoltas porque no éramos suficientes para atender todos los servicios -manifestó a este diario una fuente policial-. El ministro Belloch los sustituyó sacando a mucha gente de las oficinas y ahora, con las nuevas promociones, el número de desplazados es mínimo".

Fuente: elconfidencial

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